
1. Lo más difícil siempre es el inicio
¿Cuántas veces no hemos escuchado que lo más difícil es siempre dar el primer paso? Pero en realidad, así es, después de dar el salto lo único que importa es la caída. Al comenzar a escribir, sucede lo mismo: lo más difícil es el pequeño empujón, lo demás es historia.
- Soltar el miedo. Es normal que al principio nos asalten dudas e inseguridades que no terminarán hasta que nos atrevamos a plasmar nuestras ideas sobre la hoja en blanco. Quizá las primeras veces nos cueste trabajo «soltarnos», dar rienda suelta a lo que queremos expresar, pero hacerlo y seguir escribiendo nos dará el material que necesitamos para despegar. Si nos detuviéramos a borrar cada línea que escribimos no terminaríamos nunca. Con el tiempo y más experiencia, sabremos qué nos funciona y qué no. Así que perdamos el miedo a equivocarnos.
- Roma no se hizo en un día. Es un poco ingenuo creer que lo primero que escribamos nos va a gustar y será perfecto, tal como lo habíamos soñado. La verdad es que eso no suele pasar. Incluso cuando nos parece que es un buen trabajo, tal vez debamos cambiar y corregir algunas -o muchas- cosas. Recordemos que detrás de grandes escritoras y escritores, hay personas que se dedican a corregir y editar sus textos. Prácticamente ningún profesional en estos días publicaría algo sin las correcciones pertinentes.
- Paciencia y constancia. Los errores son comunes y parte de la experiencia que brinda la escritura. Así que eliminemos la desesperación de nuestra mente, y piensa que si quieres aprender a escribir, tendrás que tener paciencia y ser constante. Entre más escribas mejor lo harás. Si lo haces diario, adquirirás habilidades que te harán mejorar muchísimo.
2. ¿Qué?, ¿dónde, ¿a quién?
Ya diste el primer paso y comenzaste a escribir, pero… ¿qué estás escribiendo? Quizá quieras compartir cuentos, novelas, poesías de tu propia inspiración; construir un blog para compartir tu vida o ganar algo de dinero. También puede ser que quieras publicar un libro, escribir crítica política, dar a conocer tus trabajos académicos, tener una columna, hacer periodismo, etcétera. Todo eso es válido, la pregunta obligada aquí es ¿qué quieres escribir? Contestándola tendrás el camino que habrás de escoger.
El objetivo después de haberte cuestionado el ¿qué?, es elegir el lugar de la publicación. Recordemos que a través de dicho medio la audiencia nos encontrará y obtendremos resultados, sin embargo, para que funcione se tiene que escoger el formato que mejor se adapte a nosotros.
Para saber qué lugar en la web es el correcto hay que cuestionarse lo siguiente: ¿cuál es tu público?, ¿a quién va dirigido tu contenido?, ¿qué tipo de contenido es?, ¿cuáles son tus objetivos?
He aquí una pequeña guía:
- Un blog resulta multifacético y es muy práctico, la mayoría de los sitios te brindan varias opciones de personalización. Puede funcionar bastante bien para compartir artículos, experiencias personales, pequeños ensayos, información especializada, incluso poesía, también como diario, o bien para el marketing de tu empresa.
- Una gran página web, por otro lado, es para quien tiene un gran proyecto en manos y necesita más espacio para albergar su información. Esta funciona muy bien para empresas, marcas y personalidades, también para instituciones o quienes busquen trabajar en comunidad, con un grupo considerable de personas. Si requieres de gran cantidad de espacio para subir muchos archivos o almacenar grandes volúmenes ésta puede ser tu opción.
- Los foros son una buena idea cuando de compartir información y debatir sobre temas específicos se trata, porque encuentras a las personas que están interesadas en lo mismo que tú. Además el intercambio de ideas, la interacción con tus lectores enriquece a todos y mantiene vivo a este tipo de sitios.
- Las redes sociales como Facebook, Instagram, Twitter, entre otras, son un arma de doble filo. Por una parte, son la opción más sencilla debido a que la mayoría de las personas contamos al menos con una de ellas, así que es más fácil que alguien vea tu publicación, pero eso no quiere decir que la leerá. Si te interesa escribir textos largos para profundizar en un tema o alojar muchas entradas, indexar, definitivamente no son la mejor opción.
Su punto fuerte es la información rápida, sencilla, con pocas líneas, que enganche al lector o le haga abrir un enlace. En redes es mejor ser un poco más agresivo y atrevido, llamar la atención con videos, imágenes, frases cortas o resúmenes interesantes que hagan dar clic al lector. Recuerda que en los Social Media todos quieren llamar la atención y, por ello, debes posicionarte para atraer a tu audiencia, pues siempre se corre el riesgo de pasar desapercibido entre tantos otros. En este caso también cabría considerar escribir tus ideas para un formato de video, podrías realizar algo breve, escribir un guion largo para YouTube o resumir tus ideas en Tik Tok.
- Escribir para sitios especializados también es una excelente opción. Si tu idea es exponer tu trabajo científico, algún ensayo o dar a conocer una publicación, podrías subirlo a sitios como academia en donde además de subir tus papers, podrás ver el trabajo de miles de personas. Otro ejemplo, si sabes inglés y quieres escribir artículos y dar a conocer temas relevantes puedes visitar medium , por mencionar sólo algunos.
Es importante hacer un poco de trabajo interno y responder estas preguntas, ya que de eso dependerá el éxito y la visibilidad de tu trabajo. Hay muchísimos lugares en la red donde puedes publicar, sólo hay que entrar al buscador y escoger, date tu tiempo para hacerlo.
3. Estilo
Nuevamente nos encontramos en un cuestionamiento. La pregunta es ¿cómo quieres verte y escucharte frente a tu audiencia? Imagina que vas a una fiesta de gala, ¿qué ropa usarías?, ¿la playera con que entrenas los domingos o el pantalón de ositos que usas para dormir?, me parece que no. Bien, ya entendiste el punto.
De igual manera sucede con tu escritura. Resultaría raro que publiques los relatos de todos tus romances y todo lo que sabes sobre el amor, y a la vez, el estudio que hiciste sobre la filosofía moral en Immanuel Kant; esto mandaría un mensaje contradictorio a tu audiencia. Es importante separar muy bien tus contenidos, sobre todo, si están en el mismo lugar; tener congruencia, por ejemplo, no hablar en principio de usted y después de tú o pasar de tener una escritura relajada a algo muy acartonado.
Estas situaciones no pasan desapercibidas para tus lectores y por ellas podrías perder público. Por el contrario, necesitas encontrar el estilo con el que quieres presentarte ante las personas. Lo que haga sentirte bien contigo será siempre lo correcto, no fuerces las cosas. Canaliza tu energía en mejorar lo que no te gusta y cámbialo para lucir como quieres que te perciban los demás.
4. Ortografía y gramática
Pocas cosas dan tan mala imagen a primera vista como las faltas de ortografía y los errores gramaticales. Estos transmiten un mensaje de descuido y de baja calidad, que disminuye la credibilidad de quienes escriben y de la marca, empresa o institución a la que representan.
La mayoría de las veces estas faltas se cometen, no por carecer de instrucción y conocimiento por parte de quien redacta, sino por descuido, inexperiencia o poco profesionalismo.
Gracias a internet es prácticamente imposible dar un pretexto para no escribir bien. Existen muchas herramientas como diccionarios, correctores ortográficos, páginas especializadas y aplicaciones, que pueden ayudarnos a tener un texto impecable.
He aquí algunas de estas herramientas:
5. Copypaste
La realización de una investigación sobre cualquier tema, por pequeña que sea, tiene que ser fresca, original y aportar información nueva al lector, de lo contrario siempre se debe citar la fuente de donde se toma. En ningún caso es ético tomar el crédito por el trabajo de alguien más.
El ser honestos con nuestro público les dejará una buena impresión de nosotros y seremos una fuente confiable de información.

6. Reciclar información

Al realizar una búsqueda es muy común encontrar el mismo texto en distintos sitios. En el mejor de los casos se presentan con algunas pequeñas modificaciones ya sea en los títulos o en la distribución del cuerpo escrito. Lo mismo aplica para videoblogs, videos cortos, portales de noticias y todas las redes sociales.
El reciclaje informativo, primo hermano del copypaste, resulta tedioso para quien busca informarse sobre algo. Es de poca utilidad encontrarse una y otra vez las mismas ideas por todo el internet.
Debido a ello es importante tomarse el tiempo para realizar una buena investigación, dar una opinión fundamentada, contrastar ideas, citar las fuentes que utilicemos y ¿por qué no? atreverse a poner las ideas propias en la red. De esta manera aportaremos un trabajo valioso, útil y fresco a todas las personas que nos leen.
7. Notas de relleno
Por último, si algo demuestra el poco compromiso del escritor con su público es escribir lo que sea con tal de rellenar un espacio o «cumplir» con la nota que le encargaron.
En ocasiones nos encontramos artículos, sobre todo de noticias, en los que el título nada tiene que ver con la nota, o no cumple con lo que promete. Textos con párrafos repetidos o llenos de «paja» para satisfacer una instrucción en su trabajo.
Esto sucede por falta tiempo, de creatividad, de compromiso y respeto hacia los lectores. Es mejor no escribir nada, si no tienes sobre qué hacerlo, porque resulta contraproducente, sólo perderás lectores. La mayoría del público se da cuenta de ello.
Lo mejor en esos casos es hacer un recuento, un resumen, contar una anécdota, subir un video, hablar sobre otra nota, entre otras cosas. La finalidad es que no escribas por escribir.
¡SUERTE!
Imágenes de: